Yo Metrosexual

En Febrero, mi compañero Luis Blas os hablaba de las extravagancias que habíamos podido ver en las pasarelas de primavera-verano 2009 y entre esas extravagancias figuraban estas gafas de sol que Dior había lanzado para los más atrevidos. Pues bien, a veces, la moda nos sorprende con casos como estos en los que, aparentemente un producto que a primera vista parece que es solo apto para unos cuantos atrevidos; es decir, que posee un público muy limitado, se convierte en un producto más que codiciado y, si encima a esto le unes la palabra edición limitada, ya ni os cuento la que se puede liar.

Y eso mismo es lo que ha pasado con la colección de gafas de sol, edición limitada de Dior. Tiene los ingredientes necesarios y anteriormente descritos para que le ocurra exactamente lo mismo. Y de hecho es lo que está pasando.

Esta nueva colección de la mano de Kris van Assche se está convirtiendo en el último grito (y algunos seguro que gritarán) en moda de gafas de sol. Ya decían que incluso en los ojos ha de llevarse la moda pero, este modelo, una mezcla ecléctica entre gafas de sol, gafas de skí y de soldador, en colores metalizados y desde luego muy llamativos, ha puesto en entredicho hasta que niveles llega la moda para poder superarse así misma.

Desde luego problemas para combinarlas no tenemos pues la nueva colección de la casa Dior va bastante acorde con este nuevo estilo electrónico vanguardístico. Las gafas, dice su diseñador, tiene una fuerte inspiración en la música electrónica, (cuando las presentaron en pasarela cambiaron drásticamente la música y empezaron a pinchar música electrónica), en la cultura underground y, sobre todo, en los X-Men y claro, viendo las gafas a todos se nos viene a la mente Cyclope, de la Marvel. Una única pantalla, que cubre casi todo el frontal ocular de la cara sin apenas dejar ver las cejas.

La colección está limitada a unas 500 piezas y su precio oscila entre los 200 y los 400 euros. Los colores, los que os muestro en la foto: rosa, negro, blanco, azul y naranja. Solo para los más atrevidos, desde luego.